DÍAS DE GUARDAR Domingo 16 de julio de 2023

Libia rompe burbuja de protección y acepta contienda; *El “fenómeno” Xóchitl también impacta en Guanajuato; *Juan Hernández: de nadar de muertito a conseguir votos


1.- “Como quieran, quiero”, aparece Libia por fin

Después de estar sumergida en el mastodóntico aparato del PAN – Gobierno guanajuatense, echado a andar a toda velocidad para recuperar el tiempo perdido con la no-candidatura de Jesús Oviedo, la designada abanderada del proyecto de continuidad del gobierno, Libia Denisse García Muñoz Ledo, por fin emergió con la personalidad que le ha acompañado en su carrera política.

Hace una semana decíamos aquí que la mayor ventaja de que disponía la aspirante emergente a la candidatura del PAN a gobernadora, la alcaldesa de León Alejandra Gutiérrez Campos, era la resistencia del grupo dieguista a llegar a un proceso de elección abierto a toda la militancia panista, al verlo como sinónimo de desgaste y hasta de división del partido de cara a una elección constitucional competida frente a Morena.

Esa fue la línea narrativa que Libia García rompió al responder preguntas en una conferencia de prensa de banqueta esta semana, cuando afirmó en tono coloquial y hasta dicharachero no tener ningún inconveniente en llegar a una definición de candidatura que implique la consulta directa a los panistas.

Tras cien días inmersa en una acelerada dinámica de acuerpamiento institucional, luego de su nombramiento como secretaria de Desarrollo Social, con el enorme aparato de la dependencia que más recursos reparte entre ciudadanos sobreponiéndose a su perfil político, por fin aparece la política que le volvió a dar vida a la secretaría de gobierno y que reconstruyó espacios de interlocución entre el ensimismado gobierno de Sinhue y las oposiciones y grupos organizados de la sociedad casi siempre ignorados.

Quienes piensan que la hoy secretaria de Desarrollo Social es solo el mascarón de proa de un grupo político que persigue el objetivo manifiesto de continuar con su influencia, pueden equivocarse profundamente, incluyendo a quienes conforman ese mismo grupo.

En alguna medida, los ataques que desde diversos puntos del panismo surgen en contra del equipo que comanda Juan Carlos Alcántara, obligan a pensar que no hay mucho que criticar directamente a la precandidata Libia García, lo cual, parece otorgarle un blindaje adicional, además del incuantificable apoyo del aparato operado y controlado con los presupuestos gubernamentales.

La crítica y el debate político, incluso ríspidos, no son ajenos a la historia del PAN y más que debilitarlo lo convirtieron en una escuela de democracia y civismo, como querían sus fundadores. Para eso serviría la aceptación de una contienda abierta y con reglas, donde por primera vez dos mujeres políticas tuviesen la oportunidad de marcar la pauta en un partido dominado hasta ahora de manera casi absoluta por sus integrantes masculinos.

Sin embargo, llevar esa confrontación a un nivel de guerra sucia, de bajeza política, no solo sería desgastante, sino que actuaría en forma directa contra la regeneración que podría aportar la irrupción de la mirada femenina en un partido en el que sobreviven atavismos y prejuicios del conservadurismo más reaccionario.

A estas alturas, en vísperas del arranque formal de la contienda electoral y su etapa previa al interior de los partidos, todo parece indicar que la alcaldesa de León ha logrado su cometido de evitar el dedazo y llevar la decisión a un terreno donde puedan intervenir las bases del partido.

Desde luego, hay otros temas por discutir: la innegable influencia de las nóminas gubernamentales en la contienda, donde la estatal y las de los municipios alineados supera con creces a la que representa León; la presencia del presupuesto público en las precampañas, donde no hay inocentes pese a la desproporción de recursos; en síntesis, la virtual inexistencia del voto libre en el PAN actual, tema de relevancia en el marco de las transformaciones que vive el país en su conjunto.

La elección de la candidata a la gubernatura por el PAN, pues ya se antoja muy difícil que la decisión de género cambie, podría ser una oportunidad para que ese partido político reencuentre una vocación perdida hace tiempo y reconecte con una sociedad que ha cambiado mucho a lo largo de los 30 años de dominio que ha ejercido en Guanajuato, donde los retos ya no son los mismos y las soluciones que encontró en ese trayecto han dado lugar a nuevos retos y problemas.

Y eso empieza con una contienda de altura que aún hay tiempo de reencauzar, siempre y cuando se acote la presencia de los numerosos políticos varones con ansias patriarcales que siguen pululando en el PAN.

Ilustración: Pinche Einnar


2.- El fenómeno Xóchitl Gálvez trae consecuencias a Guanajuato

A nivel nacional, el PAN de Marko Cortés, amenazado por la intrascendencia en la próxima elección, decidió ceder sus prerrogativas en la candidatura presidencial para aceptar la construcción de una alternativa como Xóchitl Gálvez que aunque es cercana a ese partido, no proviene del círculo cerrado de favoritos del que han emergido sus dos últimas (y fracasadas) candidaturas: las de Josefina Vázquez Mota y Ricardo Anaya.

Un diseño auspiciado desde un consorcio en el que coinciden empresarios, organizaciones de la sociedad, intelectuales y medios de comunicación, venció la resistencia de partidos que por su cuenta iban al fracaso más rotundo.

Y aunque no deja de existir una simulación en el proceso de selección del que surgirá Gálvez, que parece ser exactamente lo mismo que aqueja al procedimiento elegido por Morena, la virtud de una de las primeras jugadas opositoras que promete éxito tras un sexenio de frustraciones, es que se dio tiempo y espacio para escuchar a voces de fuera de los partidos.

Eso es precisamente lo que no estaba ocurriendo en Guanajuato con la decisión del gobernador Diego Sinhue Rodríguez de impulsar un mecanismo de delfinato que elude deliberadamente la participación de otros actores y que basa sus posibilidades de éxito en el empleo del aparato estatal y cuantiosos recursos públicos.

Posiblemente eso fue lo que leyó la beneficiaria de ese anticuado y autoritario proceso de transmisión del poder cuando determinó el giro comentado arriba: abrir la puerta a un proceso de elección abierto al menos a los militantes del PAN.

Como esa situación, vendrán otras en cadena. La decisión de construir a la senadora hidalguense como oponente natural no del próximo candidato morenista sino directamente de la fuerza y del arrastre del presidente Andrés Manuel López Obrador, puede tener muchas aristas criticables, menos una: es una solución inteligente y eficiente, al menos superior a la representada por cualquier otro de los aspirantes conocidos a lo largo de estos años.

La presencia de Gálvez en Guanajuato y su combinación con una candidata altamente intuitiva como puede llegar a serlo Libia García, necesariamente sacudirá muchas de las estructuras de un panismo anquilosado en el ejercicio absoluto del poder.

De alguna manera, la contienda por la presidencia de la República con visos de supervivencia política ha izquierdizado a la oposición para poder competir por los votos y las preferencias que se aglutinan en torno al liderazgo obradorista.

En ese sentido, el “liberalismo” de Libia, tan criticado por cuadros políticos como Miguel Márquez y el entorno ultraderechista del PAN, será una de las características que identificarán a la candidata estatal con la nacional.

Puede ser una bocanada de aire fresco para cierto panismo que busca desesperadamente modernizarse. Difícilmente volveremos a ver discursos de odio como los que auspició hace poco la fundación de María Eugenia Carreño de Márquez en un recinto de la feria de León, bajo el cobijo de funcionarios como el secretario de economía del municipio Guillermo Romero Pacheco.

No me lo crea del todo, pero en los días que vienen veremos muchas carambolas de tres bandas.

3.- Johnny Hernández: el éxito de vender el fracaso

Ilustración: Pinche Einnar


La secretaría del migrante y Enlace Internacional fue creada por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez al arrancar su sexenio, antes era simplemente una oficina de enlace y posteriormente un instituto descentralizado.

La decisión no fue menor si se considera que Guanajuato es uno de los principales estados expulsores de población a los Estados Unidos, la cifra de guanajuatenses en los Estados Unidos ronda los 3 millones de personas y durante 2022 la entidad recibió más de 5 mil millones de dólares de remesas de sus migrantes, lo que le colocó como el tercer estado en ese renglón solo atrás de Jalisco y Michoacán, sus vecinos.

Sin embargo, la atinada decisión de elevar a nivel secretarial la atención y comunicación con los migrantes fue mediatizada de origen con la designación de un cabildero de doble nacionalidad que no es precisamente un migrante, sino un traficante de influencia binacional, Juan Hernández, ex funcionario foxista y activista del Partido Republicano.

Tras cinco años de desempeño, en los que Hernández achicó la secretaría con presupuestos más restringidos cada año, ante su carencia de proyectos y el fracaso de los pocos que impulsó, el funcionario se dio el lujo de presentar su renuncia a Sinhue para dar un salto al comité nacional panista donde ya encontró a otro político para venderle espejos como si fueran diamantes: el dirigente nacional de ese partido Marko Cortés.

Atrás quedan decisiones como la de contratar a la misma empresa que simuló entregas de apoyos a migrantes en el fraude del que se acusa a Josefina Vázquez Mota; o haberle dado la espalda a una madre migrante cuyo hijo fue asesinado por policías de Guanajuato; o haber confundido el apoyo a migrantes con la siembra de agave.

Lo que no queda atrás es el desperdicio de seis años invertidos a una estructura política que no generó ningún cambio en la relación del estado con sus migrantes, ni abonó al diálogo, a la comprensión o a proyectos fructíferos de carácter binacional.

Hace años, Sinhue debió pedirle la renuncia a su secretario del migrante simplemente por mal desempeño y para rescatar la idea que lo llevó a crear esa dependencia. No ocurrió y hoy es Hernández el que se da el lujo de dejar al gobernador que lo revivió políticamente con un palmo de narices.

Hoy, Marko Cortés cree que Johnny Hernández le salvará la plana con el voto migrante. Cuando se de cuenta del engaño será demasiado tarde.


Arnoldo Cuéllar Ornelas
@arnoldocuellaro

Periodista, analista político. Fundador del Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública, medio digital y asociación civil.

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