Arturo Miranda Montero
¿Tiene usted dinero como para apostarlo en una campaña electoral?
Si no trae un centavo ni para caerse muerto de hambre, mejor ni sueñe con ser candidato a nada.
Quienes van apareciendo en las candidaturas saben muy bien que le entran apostando dinero. Dinero que no sabemos bien a bien de dónde lo sacan. Oficialmente puede ser que sus partidos políticos asignen cuotas, pero nunca alcanzan para todos los candidatos; quizá provenga esa lana de sus propios bolsillos, lo que hace arriesgadísima la apuesta; y peor, puede ser que dinero sucio llegue a trasmano.
Entre nosotras nos la sabemos: el que paga manda. Las candidaturas se entregan a quienes tengan con qué. Los ilusos militantes, simpatizantes o afiliados que soñaron con ser los escogidos, son solo eso, ilusos. Quien llega ofreciendo recursos, ese tiene mano y privilegios.
A ver, tomemos el ejemplo del ayuntamiento guanajuatense, ese que ya ni capital es. ¿La panista, el morenista, el verde, la petista y la convergente llegaron a sus candidaturas garantizando los $2,582,677.60 que son el tope oficial para la campaña?, eso significa que la ruleta girará con las fichas de esos jugadores y la casa de apuestas puede anunciar el juego parejo, para empezar. Pero me temo que nomás dos jugadores traen para toda la jornada, simplemente por sus posiciones económicas que les han abierto las puertas políticas.
Las asociaciones económicas para jugar en la política son básicas a la hora de jugar en un casino muy exclusivo. Ya vendrán luego las ganancias.
