CINCO SEÑORAS

Arturo Miranda Montero

Los dos bloques que postulan candidaturas para la presidencia y para la gubernatura optaron por presentar a mujeres; así que una de ellas resultará presidenta y otra, gobernadora. Hay una quinta candidata al gobierno estatal que viene muy separada de las delanteras, quizá menos que su compañero testimonial. Hasta aquí, resulta altamente significativo en un país amachinado hasta el tuétano. Pero como la política no es necesariamente cosa de géneros, sino de acciones y omisiones, las campañas que recién arrancaron son, por decir lo menos, confusas. Todas dicen cosas que ya les hemos oído hace meses, cosas que no son las que se escribieron en las plataformas oficialmente registradas por sus alianzas; vamos, ni siquiera son las de los partidos que las impulsan. Palabras y palabras como requisito.

La candidata del presidencialismo obradorista simplemente reitera su continuación, de ahí que no hay sorpresa alguna ni modificación de lo vivido estos años.

La del cursi corazón tiene más libertad; sin embargo, su frontal tarea contra el obradorismo es lo único consistente.

En el estado, la candidata oficial surgió como es usual acá: desde el aparato que mueve y promueve el proyecto continuista.

La opositora, de su lado, tiene que lidiar con sus demonios morenos que ni son tantos y sí son belicosos entre ellos, cosa que, evidentemente le debilita en la contienda.

Así, tengo para mí que las campañas serán largas y previsibles: ganará quien tiene mayor capacidad financiera y logística a cargo de sus aparatos gubernamentales. La elección de Estado juega con mujeres al frente.  A menos que…

Deja un comentario

Translate »

El contenido de esta información, está protegida por derechos de autor.