DÍAS DE GUARDAR Domingo 28 de mayo de 2023

Universidad de Guanajuato: larga renuncia a la autogestión; *PAN, PRI y funcionarios estatales en la gran cargada; *Inacción de años en la raíz de una posible alerta de género


1.- Maximato o libre albedrío: UG encara disyuntiva histórica

Ilustración: Pinche Einnar


Luis Felipe Guerrero Agripino se ha convertido, a lo largo de sus ochos años de rectorado, en un político correoso y lleno de mañas. Lidió con la primera huelga de estudiantes en décadas, así como con la animadversión del gobernador panista que lo consideró responsable de ese desaguisado.

De ambos retos salió adelante para ejercer un control absoluto y totalitario de la principal casa de estudios pública del estado.

Con un proyecto construido a lo largo de muchos años, con alianzas locales y nacionales, como la que ostenta con el fiscal Carlos Zamarripa, con la complicidad de medios de comunicación favorecidos con sus presupuestos publicitarios, el penalista originario de Silao logró erigir un poder interno cuyo único antecedente es la dictablanda que por casi dos décadas ejerció sobre la UG el ex rector, ex gobernador y político panista Juan Carlos Romero Hicks.

Aunque hubo otro rector que tuvo una presencia fuerte, Arturo Lara López, quien se mantuvo dos periodos, realizó una profunda reforma estructural de la UG y también dejó un sucesor, en realidad nunca pretendió ejercer una influencia indebida, producto de lo cual la gestión de José Manuel Cabrera Sixto fue a la deriva y ni siquiera pudo refrendar un segundo periodo.

Esa fue la etapa en la que Luis Felipe Guerrero Agripino aprovechó para construir su red de influencia desde la rectoría del campus Guanajuato, colonizando el consejo de campus, dominando el consejo general y cooptando la cantidad suficiente de miembros de la junta directiva para derrotar al rector en funciones, no en un ejercicio de democracia, sino de audacia facciosa y golpeadora.

Ese control se acentuó en los 8 años de su periodo. En la elección intermedia no hubo sombra de oposición. A lo largo de ese periodo, la intención descentralizadora de la reforma departamental fue revertida con un fuerte control unipersonal que regresó a la rectoría general la mayor parte de las potestades: gestión de recursos, designaciones de funcionarios, creación de plazas y control académico.

Hoy lo que se vive es una clara intención del rector general de manipular el proceso de elección sucesoria para definir una continuidad a través de la cual se pueda seguir influyendo, además de mantener un control de órganos colegiados, funcionarios leales y alianzas políticas al exterior de la Universidad.

Con la experiencia política que ha acumulado y una no menor dosis de malicia, Luis Felipe Guerrero lanzó una finta que engañó a todos, incluyendo a la propia involucrada, al adelantar como su favorita a la secretaria general Cecilia Ramos Estrada, lo que logró hacer saltar a varios de los opositores al proyecto de continuidad, para sacar de última hora la carta de la directora de la División de Ciencias Económicas, Claudia Susana Gómez, académica de perfil más sólido, aunque también de lealtad más volátil que Ramos Estrada.

La Universidad vive un momento decisivo como pocos en esta elección: es la posibilidad de empezar a construir una comunidad deliberante y con capacidad de tomar decisiones autónomas en su seno, o bien la de entrar en una etapa de tutelaje autoritario y pugnas intensamente políticas entre el aspirante a “hombre fuerte” y una posible heredera que no lo sea al cien por ciento.

Por lo pronto, la comisión especial designada apenas este viernes para convocar al proceso de elección de la persona titular de la rectoría general para el periodo 2023 – 2027, se tardó unas cuantas horas en elaborar el documento, lo que deja claro que seguramente solo lo recibieron y lo difundieron, pues ya estaba preparado.

El aseo político no parece ser la principal preocupación del rector saliente, quien aspira a construir un padrinazgo sobre la próxima gestión universitaria. Si los integrantes de la colmena lo permiten, renunciando a su legítimo derecho a autogobernarse, serán cómplices de una etapa de intenso deterioro de la institución, pues resulta difícil pensar que desde el autoritarismo, la simulación y la ignominia se pueda construir y difundir conocimiento.

Veremos en estos días de qué está hecha la Universidad de Guanajuato.

2.- PRIAN cambia reglas electorales en reforma de última hora

Ilustración: Pinche Einnar


La oficialía de partes que es el Congreso de Guanajuato acató instrucciones precisas para hacer cambios de última hora en la normatividad electoral local.

Destacan dos reformas: el retraso en la fecha de inicio del proceso electoral, de septiembre a noviembre; y la flexibilización de las sanciones a conductas consideradas como actos anticipados de campaña.

Parecen asuntos con plena dedicatoria a la precandidata de Acción Nacional impulsada por el gobernador Diego Sinhue Rodríguez, la secretaria de Desarrollo Social, Libia Dennise García Muñoz Ledo.

La funcionaria, ungida plenamente como la aspirante que le daría continuidad al actual grupo político, realiza un intenso activismo desde hace algunas semanas para dar a conocer su nombre y su imagen en todo el estado de Guanajuato. De día inaugura obras, entrega beneficios de programas gubernamentales y se retrata con ciudadanos; mientras que por las tardes-noches acude a los comités del partido, cultiva a la militancia y también sube selfies con los panistas de la base.

Pese a ello, en las encuestas Libia sigue apareciendo distante de panistas como Luis Ernesto Ayala y Alejandra Gutierrez Campos, por lo que las dos reformas le son esenciales: más tiempo para penetrar en el ánimo del electorado estatal y entre la militancia del PAN; y posibilidades de usar al extremo los recursos del erario sin que se le vengan encima procesos de sus propios opositores internos o los de fuera de su partido.

La presión para hacer avanzar la precandidatura de Libia llega a extremos que podrían ser hasta cómicos si no fueran terriblemente ominosos.

Hace unos días, la alcaldesa de León, adversaria de Libia en la carrera por la candidatura, realizó uno de sus habituales recorridos extra fronteras para promover su imagen por los municipios de Silao y Romita. En uno de los eventos apareció el empresario Felipe Valdovinos Fuentes, escuchando muy atento a Alejandra Gutiérrez.

En los días siguientes, el político panista de Silao Gerardo Valdovino Fuentes recibió una llamada conminatoria de la secretaria particular del gobernador del estado, la veterana operadora azul Juana de la Cruz Martínez Andrade, quien le reclamó su presencia en el evento de Gutiérrez Campos.

Gerardo Valdovino es empleado del gobierno estatal en el parque agrotecnológico Xonotli, donde funge como encargado de despacho de la dirección general. Apurando el trago amargo, debió aclararle a Martínez Andrade que quien estuvo en el evento fue su hermano gemelo, así que la bala pasó rozando.

Más allá de lo que parece una evidente falta de forma de la omnipresente Juanita de la Cruz, lo que queda en evidencia es la actuación del aparato oficial, con recursos públicos y con todo el poder del estado, para construir la cargada en torno a Libia y desfondar las aspiraciones de Alejandra.

Este panismo tan priista parece que ya tiene muy poco que aportar a la política de Guanajuato, más allá de cierto patetismo y humor involuntario.

3.- Cuando Diego despertó, la alerta de género estaba allí


Lo que tanto ha eludido el gobernador de Guanajuato, aquello a lo que sistemáticamente se ha negado a atender desde sus altas responsabilidades, su famosa e insustancial consigna del “golpe de timón”, todo eso vino a estallarle entre las manos en la recta final de su sexenio con las 19 recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, dirigidas a 17 municipios de la entidad, las cuales deberán ser atendidas en el transcurso de los próximos seis meses para evitar la declaratoria de una alerta de género.

Diego Sinhue Rodríguez no se veía muy contento cuando recibió el informe Guanajuato de la Conavim, elaborado en conjunto con personas expertas, funcionarias públicas y defensoras de derechos humanos, donde se le pide instrumentar una serie de medidas que le obligarán a hacer precisamente lo que ha evitado: supervisar de forma personal a sus áreas de seguridad pública para construir estrategias de prevención y de reacción frente al fenómeno creciente de violencia contra mujeres en la entidad.

Destaca particularmente, entre las dependencias que deben reorientar su trabajo y su presupuesto, la Fiscalía General del Estado de Carlos Zamarripa, ya no dependiente del gobernador a causa de su autonomía, pero vital para conseguir los objetivos de los que depende el abordaje de lo que sin duda es un problema político para el mandatario panista.

Con todas sus letras, el informe incluye opiniones de las víctimas de la violencia, directas y colaterales, que mencionan a lo largo del texto los muchos incumplimientos y el desdén de la que sin ambages llaman “fiscalía carnal” de Guanajuato.

Otro punto relevante es la afirmación de que “ninguna de las instituciones del estado de Guanajuato trabaja con perspectiva de género en el diseño de sus programas, en la atención a la población y menos en la investigación por casos de desaparición o feminicidio”.

Como suele ocurrir en política, el ocultamiento de los problemas mediante el discurso propagandístico no los desaparece, sino que solo los pospone y los hace explotar de forma más sonora y contundente y, a veces, en los peores momentos.

Diego Sinhue se la ha pasado defendiendo a Zamarripa, ensalzándolo y saliendo a poner la cara por sus constantes fallos y omisiones. Esta vez se antoja difícil que esa táctica del avestruz funcione.

El respaldo acrítico a la titular del Instituto para la Mujer Guanajuatense, Anabel Pulido, heredada del sexenio de Miguel Márquez, es otro de los factores que debería ser reevaluado, pues su improductividad es evidente.

El gobernador tendrá que asumir la decisión de ir a fondo o bien el costo de la declaratoria de alerta de género justo en el arranque de las campañas políticas del año entrante, justo cuando su partido quería mandar el mensaje de renovación mediante la candidatura de una mujer por primera vez en la historia.

Sería una auténtica herencia envenenada para quien vaya a ser la abanderada del PAN a la gubernatura.


Arnoldo Cuéllar Ornelas
@arnoldocuellaro

Periodista, analista político. Fundador del Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública, medio digital y asociación civil.

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