G. Saúl García Cornejo
Estimados lectores, sin distinción de género, por más que me propuse ya no decir nada de YSQ, su sistema de autopromoción, no lo permite, y menos aún sus dislates cada día más inusitados, al menos, en quienes han portado en su pecho, la Banda Presidencial –que no es un símbolo cualquiera, por más que no se le respete por el susodicho-.
La falta de cumplimiento, las violaciones o como quieran llamar a conculcar la Ley Máxima, por el preciso, es un hecho público y notorio, que no se tiene que demostrar. Al igual, “fundar” sus diatribas con hechos y personajes del pasado, y como malandrines preferidos, ya sabemos: Calderón, Fox y Salinas, sin importar el orden. Y por otra parte –“ciega”- no hablar, no mencionar, no acusar, a los trúhanes de “casa”.
En los últimos días, desde el atril de las mentiras mañaneras, “renació” el caso Colosio. Disque por una queja de Mario Aburto, el asesino confeso de aquél personaje entonces candidato presidenciable. Por supuesto, las baterías son contra Salinas. Y como casi todos saben, las indagatorias del crimen aludido, fueron por demás exhaustivas, como funcionales, pues el móvil verdadero (celos en varias vertientes, se pensó en el imaginario social), los autores o, el autor intelectual, nada se supo, ni se sabrá por más parloteo presidencial, no, con pruebas fehacientes.
Por otra parte y en otro asunto complejo y espinoso, el caso Ayotzinapa, al igual muy indagado, pero con resultados funcionales y usados a modo también, es decir, como banderas políticas desde Palacio Nacional.
¿Será por tanto tiempo pasado en los dos crímenes? En asuntos tan “sobados” que ya están muy lisos, sin aristas de donde sacar “nuevos datos”, puede ser. Sin embargo, no deja de llamar la atención pública: Las autoridades involucradas en las indagatorias, o no supieron dar con la verdad, o la tergiversaron, y peor, la ocultaron. No hay más sopa en la mesa.
¿De qué sirven estas reflexiones? La sana intención, es para dar cuenta de que el manejo, es avieso, de interés político y electoral, son distractores y, en el peor de la situación, magnas engañifas para sostener, lo insostenible: la 4T. Es una maniobra, no “Maquiavélica”, así sería de inteligencia política, sino diabólica en el peor sentido, es jugar con la esperanza de que por fin, habrá justicia, de que sí funciona la Fiscalía de la República. ¿Cómo, sí ahí mismo reina la impunidad?
Entre tanto, “desaparecieron” los expedientes en el viejo Cisen, y entre esos datos que ya no están, los del mismo preciso, del jefe de la CFE, entre otros. ¿Por qué? Obvio, para que no haya evidencias de los latrocinios de tales personajes, hoy, casi “héroes salvadores de la Nación”. Y por supuesto si le buscan, no estarán los expedientes del neocacique de San Cristóbal, ni su consorte y demás finas personas. Y quedan las preguntas de rigor básico: ¿Quién los sustrajo? ¿Sería García Luna? En fin.
En ese mismo orden de latrocinios cuasi secretos –pues ya se supo y no gracias a la “internet oscura”, sino que es a plena luz del día-, pero que sí se mantienen solapados: Tantos buques tanque, llenos de petróleo para Cuba. Mientras aquí, la empresa zombi preferida, y vaya que no se debe estar contra la ayuda humanitaria, pero no es el caso. Ser farol de la calle y oscuridad de la casa, es una actitud lesiva. Además, con sombrero ajeno, más cuando se trata de bienes que la ficción constitucional señala como de propiedad de la Nación, incluso, de seguridad nacional, no del peculio del preciso, que es muy laxo con lo ajeno. ¿Acaso ya bajó el sobreprecio de las gasolinas? Eso sí sería en beneficio de los mexicanos.
Entre tanto, aquí en esta tierra abandonada por la 4T, se empiezan a acomodar los tableros políticos y la especulación sobre quienes podrán aspirar a una candidatura. Por un lado, aunque ya se sabe que en MORENA, se oyen más los pataleos, que las propuestas, de nueva cuenta sale el nombre de algunos que, se suponía ya habían agotado sus posibilidades, es decir, los mismos, no parece haber apertura, y para colmo, ni interesados serios, y sobre todo, capaces.
El joven Nieto, que dijo ser independiente, pero que pronto se acomodó a los vientos de la 4T, parece que se le movió el tapete de la Profeco y cada día pierde espacios. No le valió ni estar en la nómina de la procuraduría para desde allí, hacer “trabajo político”, claro, a expensas del erario.
Y entonces, todo por salir en la foto comiendo “gorditas de tierras negras”, con doña Clau, parece que el médico casi defenestrado, acusado por sus mismos correligionarios de ser “fifí”, ahora aparece –otra vez- en el tablero celayense. Y la gente se pregunta entre otras cosas: ¿Ahora sí le hará justicia la 4T? ¿Ya se hizo un “exorcismo” anti pan? ¿Aprendió la lección de qué no debe confiarse de los asesores que se dicen de nuevo cuño morenista? Respuestas que deberá responder de manera sincera don Toño. ¿Necesitamos más, para comprender por quién votar? O de plano, es mejor irse al “otro PAN”.
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