G. Saúl García Cornejo
Es claro que las personas humanas o hasta las jurídicas o colectivas, según sea el caso, están la mayoría, muy distantes de usar o disfrutar de los beneficios que supone, la llamada “inteligencia artificial (“IA”, por sus siglas). En principio porque ese tipo de herramienta tecnológica del conocimiento, es de altos costos, luego, igual, acceder y manejarla supone también, un conocimiento relativo mayor que, por ejemplo, el uso del teléfono o una computadora, un programa –que es el que cuesta mucho dinero adquirir-.
Pero, podrán decir ustedes, estimados lectores (De ambos géneros), que las personas que requieren usar un programa (GPT) de IA, igual, no son muchas o forman parte del grueso poblacional. En parte es así, sin embargo, lo que resalto es una especie de desigualdad. Precisamente porque serán las élites económicas las que podrán adquirir ese tipo de APP.
Una de las ventajas es el acopio de datos, por ejemplo, para invertir cierto capital que sería manejado desde una plataforma tecnológica, “GPT”, en que ese programa por sí solo, haría inversiones “inteligentes”, es decir, daría la mayor parte de su aplicación, en ganancias estables. Hace poco surgió una oferta de la empresa Bloomberg, añadiendo las siglas GPT, con ese fin para los inversionistas. Cuesta acceder, unos $24,000.00 dinero libre que no cualquiera tiene a la mano. Y con ello no digo que la IA tenga sólo uso en el mundo financiero o de negocios, se aplica en otras actividades, de superior interés, e igual de inasequibles para el común de la gente.
Se trata pues, de una situación privilegiada para invertir, al mismo tiempo, los datos que tiene la empresa dicha, son también de muy difícil acceso, por eso tienen altos precios. Siendo su apuesta y oferta, precisamente, manejar con eficiencia los mercados financieros. Aunque, cabe, como siempre la duda: ¿No será otro fraude más? Ya se ha visto anteriormente, por ejemplo, con el mercado financiero inmobiliario y su famosa “burbuja”, que al explotar se llevó a la quiebra, tanto a ciertas empresas financieras, como a los usuarios que invirtieron. En fin, se puede decir acertadamente que son “negocio de riesgo”.
Iremos viendo cada día, más intervención y uso de plataformas de IA, en diversas actividades de nuestra vida diaria. Por ejemplo, en China hoy día, existen tribunales judiciales que usan la IA, en particular en asuntos mercantiles. No hay intervención humana –casi- y trabajan los siete días de la semana, las 24 horas del día. Y bueno, las preguntas obligadas: ¿Tendrán datos sobre la Justicia, la Equidad, la Ética? Y también, ¿Se podrá aplicar a la Política? Imaginar a los tres poderes manejados por la IA, es de Perogrullo –por ahora-.
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