Carlos Zamarripa: no convencen las cifras ni las lágrimas; *Diego Sinhue rinde informe en medio de rebatinga sucesoria; *Pepe Reyes y el fin de un largo ciclo de influyentismo
1.- En sus propias cifras, fiscal exhibe inocultable incompetencia
El cuarto informe de labores de Carlos Zamarripa Aguirre, convertido en la mejor tradición del autoritarismo mexicano en un auténtico “día del fiscal”, exhibe sin adornos la ineficacia de la costosa estructura que ha edificado el hombre fuerte de la seguridad en Guanajuato.
Dejemos de lado la cuestionable acumulación de poder, el anacrónico culto a la personalidad y el estilo garcíalunesco del policía mayor del panismo guanajuatense, no nos detengamos en lo anecdótico que rodea a una figura que sin duda marcará una época negra de la justicia en Guanajuato.
Vayamos a los datos duros, a los que el propio fiscal presentó y que fueron festinados en los medios de comunicación que le son afines (casi todos), como si se tratara de grandes logros y no de lo que son: la evidencia de un fracaso de proporciones épicas.
En 2022 se abrieron 158 mil carpetas de investigación que pueden significar incluso un número superior de delitos, ya que una misma carpeta puede contener varios hechos ilícitos como ocurre en el caso de los multihomicidios.
Se trata de una cifra histórica, para dimensionarla habría que ubicarla en la cotidianidad: en 2022 se registraron 432 delitos diarios, incluyendo sábados y domingos. De acuerdo a datos del INEGI de 2022, Guanajuato tenía 8 agentes del ministerio público por cada 100 mil habitantes, lo que viene a representar 490 funcionarios.
Cada agente del M.P., sin importar fechas de vacaciones o permisos, estaría abriendo 4 carpetas de investigación a la semana, además de las que están acumuladas en el enorme rezago que arrastran.
Quizá ello explique los resultados que exhibe el propio informe del fiscal: de esa enorme cifra de delitos denunciados o registrados de oficio, apenas se emitieron 5 mil 872 órdenes de aprehensión, lo que significa que solo uno de cada 25 delitos investigados terminó en una acción persecutoria tramitada por un MP y ordenada por un juez.
La fiscalía obtuvo en ese 2022 apenas mil 757 sentencias condenatorias, las que no se corresponden con los delitos cometidos en ese año pues los juicios son tardados, pero dan una proporción de la enorme disparidad entre los delitos que se cometen y los que se sancionan, lo que explica la gran impunidad que vivimos y el enorme incentivo perverso que alienta la ola delictiva.
Si se piensa que en 2020 se abrieron 3 mil 359 carpetas por homicidio doloso y en 2021 otras 2 mil 823, las mil 757 sentencias condenatorias se antojan poco ejemplificantes, pensando solo en ese delito, que no es el único que se persigue.
Carlos Zamarripa tiene frente así y con él el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez y la sociedad de Guanajuato, un grave problema de impunidad, casi podríamos decir que a niveles catastróficos, incluso sin contar la cifra negra de delitos no denunciados que es otra monstruosidad.
Podríamos decir que en Guanajuato, como en el resto de México, el crimen sí paga, que es una extraordinaria loteria inversa cuando un delincuente ingresa a prisión por un delito y que la mayor parte de las personas que han decidido actuar al margen de la ley y afectar a la comunidad lo hacen en libertad y sin enfrentar consecuencias.
Aunque a Zamarripa le fascina la parafernalia armamentística y tecnológica, aunque sus grupos de reacción inmediata sean los consentidos e invierta mucho dinero en armento sofísticado y sistemas de espionaje y vigilancia, lo cierto es que lo que podría ayudar a disminuir el enorme rezago de procuración de justicia serían más y mejores fiscales investigadores, peritos y secretarios auxiliares.
Al ritmo que va, el primer fiscal autónomo de Guanajuato entregará en 2028 una fiscalía anquilosada, anacrónica, débil en sus recursos humanos y afectada de gigantismo, eso sí, con helipuerto, auditorio, arsenales y equipos costosos que de muy poco servirán para disminuir la impunidad si la parte jurídica sigue tan endeble como hasta ahora.
La voz quebrada y al borde del llanto que exhibió el fiscal Carlos Zamarripa para recordar sus treinta años como funcionario en la vieja PGR y la nueva fiscalía, no parecen haber conmovido a nadie y no venían mucho al caso, cuando los hechos no acompañan al compromiso que se expone en el discurso.
Los múltiples diplomas, reconocimientos y medallas que le gusta exhibir al fiscal sirven de poco cuando los resultados cotidianos no le sirven a los ciudadanos, únicos y soberanos jueces del desempeño de cualquier institución pública.
Las fotos con embajadores de otros países, incluyendo el norteamericano, pueden abultar la egoteca, pero a la vuelta de los años no sirven de descargo cuando el trabajo no da resultados.
El caso de Genaro García Luna debería servir para que políticos como Diego Sinhue no cometan el mismo error de Felipe Calderón y eviten entregarse a ojos cerrados en manos de “superpolicias” que solo les cuentan una mínima parte de la película.
Hoy queda más que claro que no por mucho apantallar se procura mejor justicia. Ahí está la lección, para quien quiera tomarla.
2.- Sucesión 2024, la sombra sobre el quinto informe de gobierno
El jueves dos de marzo la clase política panista y la domesticada oposición se reunirán con el pretexto de escuchar el quinto informe anual de labores del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, pero en realidad serán muy otras las preocupaciones de la concurrencia.
La pelea intestina por la sucesión gubernamental del 2024 se desató temprano, en buena medida por el acelere del propio círculo dieguista, con la comparecencia de Libia García en el comité del PAN en León en verdadero ánimo de cargada y destape de corte priista.
A esa provocación respondió el jefe nacional panista con su declaración de que el género que prevalecerá en Guanajuato será femenino y se decidirá en una elección abierta a la militancia, agregando además que la secretaria de gobierno no es la única enfilada.
El gobernador también realizó movimientos tácticos: envío a sus candidatos, hombre y mujer, a una desangelada gira a Singapur en compañía de sus principales operadores políticos y de un barón de la prensa leonesa. Él, por su parte, volvió a reunir a los ex gobernadores panistas en una visita a Texas para un evento con algunos migrantes, que tampoco fue espectacular.
En la ceremonia donde Sinhue exponga los logros de su penúltimo año, ya con un fuerte olor a despedida, quizá lo más llamativo no sea el espectáculo multimedia que se ha vuelto el lugar común de este tipo de actos oficiales, sino la interpretación de signos, actitudes y gestos de las dos precandidatas punteras: Libia García y Alejandra Gutiérrez.
Pero también atraerá reflectores el dirigente nacional panista, Marko Cortés, ya metido de lleno en la política guanajuatense y con su complacencias puestas de forma inocultable en la alcaldesa de León.
Otros que robarán cámara serán los ex gobernadores aliados de Diego y de entre ellos uno que anda en varias pistas, el inenarrable Miguel Márquez Márquez, el primer político de la historia reciente que aspiró a conformar un maximato en la política de Guanajuato y lo logró por algún tiempo.
En medio de esa sopa de futurismo y expectativas desatadas, el protagonismo no estará en quien rinde un informe casi postrero, sino en quienes representan expectativas de futuro.
El poder, esa cosa líquida, empieza a escaparse de unas manos que poco hicieron para retenerlo y sigue su camino en medio de incertidumbres que a todos los ahí presentes inquietan de una u otra manera.
Como decía el poeta: “no me preguntes cómo pasa el tiempo”.
3.- Los rollos de Pepe o cuando el destino te alcanza
José Luis Reyes Vázquez, el abogado leonés que construyó una fugaz carrera política, seguida de una más prolongada trayectoria empresarial, todo de la mano del ex presidente y ex gobernador Vicente Fox Quesada de quien era asesor jurídico, apareció esta semana en medios de comunicación de Nayarit como indiciado de una investigación por mal uso de ejercicio notarial.
Luego de que durante el gobierno de Juan Carlos Romero Hicks le fuera negado un Fíat notarial en Guanajuato, debido a no tener los estudios de posgrado en la materia, Reyes Vázquez consiguió el nombramiento en el gobierno de Nayarit durante la administración de Antonio Echevarría Domínguez, amigo de Fox desde sus tiempos de funcionario en Coca Cola, y comenzó a ejercer como Notario Público No. 31, en el municipio de Bahía de Banderas, donde se ubica la dinámica zona turística de Nuevo Vallarta.
Esta semana se publicó en el medio de comunicación Tribuna de la Bahía que un juez vinculó a proceso a Reyes Vázquez por mal uso del ejercicio notarial, después de reclasificar el delito por el que la Fiscalía del estado lo había acusado en primera instancia: falsificación de documentos y certificaciones.
Con la notaría de Nuevo Vallarta, el abogado leonés que aquí fue delegado de la PGR durante el sexenio de Fox como gobernador y después sucumbió en la transición al generar uno de los primeros escándalos del foxismo antes de tomar posesión por conducir un lujoso auto decomisado, parece ver concluida una prolongada racha de buenos negocios a la sombra del influyentismo político.
Reyes Vázquez se había ostentado recientemente como uno de los ochenta vicepresidentes de la Concanaco, donde se le había colado al leonés Héctor Tejada Shaar en una cartera de “planeación de negocios”.
Parece que esta vez los negocios de Pepe ya no planean sino que van en picada.
Arnoldo Cuéllar Ornelas
@arnoldocuellaro
Periodista, analista político. Fundador del Laboratorio de Periodismo y Opinión Pública, medio digital y asociación civil.
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