Arturo Miranda Montero
La diputada Rionda quiere ser algo más en Guanajuato. Tiene derecho.
Pero lo que no tiene es información o conocimiento de lo que habla. Mire usted que el negociazo inmobiliario de otro diputado de su partido en la meritita sierra dice que ha sido atacado por ¡“grupos de choque”!
Si entiende bien a bien lo que eso significa, tendría que ir de inmediato a interponer la denuncia correspondiente ante el ministerio público, puesto que estaríamos ante una violencia rompedora. Pero como no sabe a qué se refiere y nomás utiliza palabras al aire, esas que le parecieron adecuadas para irse sobre los opositores ambientalistas y serranos a un despropósito mercantil.
Utilizar semejante categoría porril evidencia su falta de timing y de sensatez No estamos en tiempos de Díaz Ordaz (aunque ciertos signos permanecen regenerados). Es más, en estos lares no hubo porros que reventaran huelgas o movimientos como en otros lados. De tal suerte que no hay una correspondencia entre lo que se quiere decir y ver en su experiencia de vida.
Lo que sí queda claro es que la aspirante ya demostró que no tiene empatía con quienes eventualmente le votarían. Mire que defender un negocio hecho al amparo de la política con esos términos resulta un resbalón de antología. ¿Por qué los políticos aficionados tienen que hablar por hablar?
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