Arturo Miranda Montero
¿A usted le importa la ley?
Ya sé que entre nosotros hacha la ley, hecha la trampa. Entendemos que eso es cosa de los gobiernos, y que esos se las ingenian con tal de hacerla a su modo.
¿Ha ido a un ministerio público a pedir intervención en su favor? ¿Lo ha logrado? ¿Acaso ha llegado su caso al juez? ¿Obtuvo justicia? ¿Su abogado no le transó el tiempo y su bolsillo? ¿Le entiende a eso de los leguleyos?
No se nos da eso de las leyes y sus vericuetos. Por eso nos parece natural la violación legal. Sobre todo si son los gobernantes, funcionarios y políticos quienes se atascan en esos laberintos. Como ahora se puede notar a ojos vistas.
Dicen las leyes electorales, esas que regular el recambio de los cargos de elección, que los tiempos son hasta dentro de mucho. Pero ya andan los granizos calentándose en el comal.
Los que quieren ser presidente disfrazan sus actividades con antifaces francamente delincuenciales. Se llaman organizadores de tales y cuales cosas, gastan dinero a manos llenas (venga de donde venga) y nos dicen que sus partidos son los más chidos de las comarcas.
Las reglas existen, los árbitros, también; los jugadores son los dueños de canchas, pelotas, públicos, promocionales y hasta de los animadores escritos o videohablantes. Y nada es gratis, eh.
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