NUESTRAS “GIRLBOSS”

Arturo Miranda Montero

El discurso mujeril anda a todo lo que da.

El feminismo múltiple apenas sí dice que la duda acecha. Las radicalidades niegan que “hayamos llegado todas” a ningún lado; llegaron las que organizan las élites del poder.

Los discursos de asunción elevan loas a los señores que las precedieron, a los que dan origen y destino del rumbo que seguirán. Lo dicho, no se mandan ni vienen solas.

Con la militarización inutilizada prosiguen las masacres de bienvenida. Y, ya se sabe, “habrá carpeta y cero impunidad”, y a otra cosa.

Ya lo dijo el profeta: Sin seguridad no hay transformación. Así ha sido y así será.

Con esas andadas nacionales, las señoras que arriban al poder en realidad llegan para asumir la jefatura del proyecto que les endosaron, lo mismo en el país que en las demarcaciones en donde hay mujeres encargadas del aparato oficial.

Morena no tiene gobernadores, tiene jefes políticos. En cada caso, sus mujeres y hombres dan el tono al ritmo que les marquen centralmente. Véase si no el rapidísimo “constituyente permanente” que instantáneamente aprobó las reformas constitucionales sin chistar ni reparar en coma o punto alguno.

El panismo tiene retortijones porque de lo que acusa es acusado.

Así, en los tiempos del espectáculo en redes, todas a una suben sus posteos luciendo sus sonrisas y familiares ambientes –privados o políticos- en busca de popularidades medidas en likes que anuncian que son espejos del “pueblo”.

El problema es que una realidad criminal está día a día diciéndoles que los territorios tienen dueños. Las sonrisas femeninas no hacen mella en eso.


Descubre más desde Voces Laja Bajío

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

El contenido de esta información, está protegida por derechos de autor.