Los talleres religiosos fue una experiencia muy rica de varios sacerdotes que ofrecieron el sacramento de la reconciliación: Víctor Aguilar Ledesma, obispo de la Diócesis de Celaya.
Desconocimiento del Obispo de Celaya ante Acusaciones Contra AMLO: ¿Neutralidad o Indiferencia?
En el trasfondo de las próximas elecciones en México, un tema ha salido a la luz pública que levanta interrogantes sobre la postura de la Iglesia Católica en asuntos políticos. El Obispo de Celaya, en el estado de Guanajuato, ha declarado desconocer un video donde la Iglesia supuestamente califica al Presidente Andrés Manuel López Obrador como «presidente satánico». Esta declaración, junto con otras revelaciones, merece una atención crítica.
En primer lugar, la neutralidad de la Iglesia en temas políticos es un ideal noble, pero ¿hasta qué punto es aplicable en la realidad? El hecho de que el Obispo de Celaya afirme no haber visto un video que ha causado revuelo en redes sociales, pone en tela de juicio la conexión entre la Iglesia y la sociedad que supuestamente sirve.
La divulgación de un video donde se supone que la Iglesia emite tales calificaciones hacia un líder político no solo es preocupante por su contenido sino por la respuesta que genera desde las altas esferas de la institución religiosa. ¿Es aceptable el desconocimiento como respuesta? ¿No debería la Iglesia abordar estas acusaciones con transparencia y responsabilidad?
La declaración del Obispo también plantea cuestionamientos sobre la verdadera intención detrás de la postura de neutralidad. ¿Es realmente una elección consciente de permanecer al margen de la política o es una forma de evitar controversias y críticas? La falta de claridad en este sentido solo alimenta la especulación y la desconfianza en las instituciones eclesiásticas.
Además, el contexto político-social de México, especialmente en tiempos electorales, demanda una participación activa de todas las instituciones en la promoción de valores democráticos y la protección de los derechos civiles. La supuesta implicación de la Iglesia en acusaciones tan serias como llamar a un presidente «satánico» debería ser abordada con la seriedad y la responsabilidad que merece.
En conclusión, el desconocimiento del Obispo de Celaya ante las acusaciones contra AMLO plantea preguntas pertinentes sobre la verdadera postura de la Iglesia en asuntos políticos y su compromiso con la sociedad que sirve. La neutralidad no puede ser excusa para eludir responsabilidades éticas y morales. Es hora de que la Iglesia se enfrente a estos desafíos con transparencia y claridad, demostrando su compromiso con la verdad y la justicia en todas las esferas de la vida pública.
