Entre Promesas Salariales y Ausencias Estructurales
En un esfuerzo por fortalecer a la corporación policial local, la Dirección de Policía de Celaya ha anunciado una serie de beneficios para su personal operativo, que incluyen descuentos en tiendas, becas escolares y un significativo aumento salarial. Estas medidas, presentadas con el objetivo de convertir a los agentes en uno de los mejores pagados del Estado y, en consecuencia, lograr «la mejor Policía de Guanajuato», suscitan un análisis crítico sobre la pertinencia de las estrategias adoptadas.
Beneficios Anunciados: ¿Un Espejo del Sector Privado o una Estrategia Coherente?
El presidente municipal, Juan Miguel Ramírez Sánchez, ha adelantado que el salario inicial para un policía raso comenzaría en 20 mil pesos mensuales, superando los actuales 16 mil pesos.
A esto se sumarían descuentos de hasta el 30 por ciento o más, becas escolares y un doble seguro de vida por riesgo de trabajo. La naturaleza de estas prestaciones, tan comunes en el sector empresarial de la región, sugiere una inspiración directa de modelos corporativos, lo que podría interpretarse como un «copy-paste» sin una adaptación profunda a las particularidades y complejidades de la función policial.
Se percibe una ausencia de originalidad, una característica que, lamentablemente, algunos observadores atribuyen a la actual administración municipal, a pesar de la trayectoria académica de su titular.
La Visión del «Entrenador»: Cuando los Cambios no se Reflejan en el Tablero de Juego
El Presidente Municipal ha reconocido que el aumento salarial dependerá de las negociaciones con los sindicatos de Obras y Administración del Gobierno, que abarcan a 3 mil funcionarios.
Esta dependencia de negociaciones amplias diluye la inmediatez y la especificidad de las promesas para la policía.
Si bien la comparación con un «entrenador de la selección nacional mexicana» que realiza «cambios como en el fútbol» ha sido una constante en su discurso, la falta de una estructura clara de crecimiento profesional para los agentes contrasta con la dinámica de ascenso y mejora que se espera en cualquier equipo de alto rendimiento.
El Ausente Escalafón: Un Vacío en la Carrera Policial
La omisión más notoria en estas iniciativas, y que hereda los «defectos» de una importación acrítica del modelo empresarial, es la ausencia de un sistema escalafonario robusto. Lo básico en cualquier sistema profesional, y más aún en una corporación de seguridad, es proporcionar una vía de desarrollo que, mediante cursos, preparación y academia, permita a los policías buscar una mejora salarial continua, cuya base, por supuesto, sea excelente.
Sin embargo, no se vislumbra una política clara que les brinde la posibilidad de hacer una carrera sólida dentro de su corporación y ascender a nuevos niveles, lo que desincentiva la profesionalización y la permanencia a largo plazo.
Dignificación Genuina: Más Allá del Descuento, un Camino de Desarrollo Profesional
La dignificación de la labor policial, más allá de los descuentos o un seguro de vida duplicado, requiere una visión integral que contemple el desarrollo profesional a largo plazo. Proporcionar la posibilidad de ascender, de reconocer el esfuerzo y la capacitación a través de un sistema de rangos y salarios asociados a la formación, es fundamental para construir una policía de élite.
De lo contrario, estas iniciativas corren el riesgo de ser percibidas como paliativos superficiales, y no como la inversión estratégica necesaria para una corporación que es pilar fundamental de la seguridad y el orden público en Celaya.
